Hoy en día, educar es una tarea complicada y más difícil se hace cuando existen dificultades para que se pueda llevar a cabo de manera fluida. Cuando esta comunicación falla, son necesarios más recursos para que puedan simplificar su verdadera dificultad. Por este motivo, es necesario siempre mirar hacia delante positivamente y hacer uso de todas las posibilidades que se nos ofrecen para comunicar y transmitir a los demás, de manera igualitaria.
Vivimos en una sociedad democrática, plural y multidimensional; en la era del conocimiento. Esta es una realidad que no podemos negar y que no nos deja indiferentes. Que la atención a la diversidad es un derecho es otra realidad innegable al igual que el hecho de que cualquier discapacitado debe contar con las mismas posibilidades de acceso a la información. Dicha atención a la diversidad no puede quedarse en una declaración de intenciones, por tanto, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) no deben convertirse en un elemento más de marginación y discriminación a nivel educativo, laboral y social.
El uso de las tecnologías nos permite el derecho a una adecuada educación y a una efectiva igualdad de oportunidades, ya que los cambios culturales han ido adaptando poco a poco los recursos tecnológicos para dar respuesta a las necesidades educativas de todos los alumnos. Los avances tecnológicos de la información abren nuevas expectativas en el desarrollo de la comunicación y en el la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.
Los principios de aplicación en tecnología educativa en la diversidad se podrían sintetizar en:
De manera general:
- Contribuir a alcanzar el principio de normalización, es decir, usar los recursos como elementos de ayuda y apoyo, lo que hace que en muchas ocasiones no sea necesario el uso de recursos muy especiales.
- Facilitar la integración social de los alumnos discapacitados.
-Promover la transformación de la escuela y la sociedad hacia la denominada “escuela para todos” o “escuela inclusiva”.
- Capacitar a los alumnos para estar en contacto continuo con las experiencias de aprendizaje escolar, para lo cual debemos adecuarlos a las necesidades de nuestros alumnos.
- Posibilitar una mejora del aprendizaje, haciéndolo más significativo, más activo y motivador.
- Facilitar la individualización de la enseñanza, adecuando las tareas al nivel de competencia de cada alumno y a su ritmo de aprendizaje.
- Permitir múltiples aplicaciones de los recursos tecnológicos con objetivos diversos, así como su adaptación a las necesidades de cada alumno.
- Aumentar el grado de autonomía e independencia persona.
- Diseñar actividades de trabajo cooperativo, que puede incrementar la comunicación y socialización con el grupo.
- Autocorrección de los ejercicios, lo que le permitirá al alumno conocer sus resultados de inmediato.
- Posibilitar la repetición del ejercicio cuantas veces haga falta hasta que interiorice su proceso de aprendizaje y es muy útil para reforzar los aprendizajes.
Discapacidades específicas:
Si la discapacidad es visual y el alumno está integrado en el aula, nos bastará con un acercamiento al profesor, a la pizarra o a la pantalla del ordenador. También podemos utilizar lupas (o cualquier otro amplificador de imagen ), entregar la lección escrita con caracteres del tamaño suficiente para que el alumno pueda verlos.
En el caso de discapacidad auditiva, si ésta no es total, el alumno puede utilizar prótesis auditivas (o implantes cocleares). Asimismo, no debemos olvidarnos de hablar de forma que el alumno pueda leer nuestros labios, situarlo lo suficientemente cerca de nosotros e, incluso, podemos entregar al alumno el contenido de la clase por escrito.
Pero si la ceguera o la sordera son totales, hemos de valernos de medios mucho más sofisticados, como son la lectura en Braille o el uso de dispositivos que leen textos escritos.
Los signos se han utilizado desde muy antiguo, ya en la época de la civilización mesopotámica o la egipcia. Hoy día los encontramos en las calles, aeropuertos, estaciones de tren o autobús, en las carreteras,…y en los programas informáticos.
Algunos de los sistemas de signos que podemos utilizar para comunicarnos con los alumnos pueden ser:
- Los signos PIC, utilizados en alumnos con graves trastornos de aprendizaje, compuestos por dibujos que forman siluetas blancas sobre fondo negro y donde la explicación está escrita en letras blancas sobre el dibujo.
- Los signos SPC, 1800 signos combinables indicados en personas no orales con dificultades motoras y auditivas.
- Los signos Bliss, que han sido sustituidos en gran parte por los PIC, son una forma de escritura logográfica. Este sistema está compuesto por cien signos básicos que pueden combinarse para formar palabras y agruparse para formar frases.
- Los signos Rebuss, que fueron concebidos como un sistema de escritura logográfica y cuya primera finalidad era ayudar a las personas con un retraso mental moderado a aprender a leer y que luego se extendieron al campo de la comunicación.
- Los signos Sisgym, basados tanto en los iconos como en el lenguaje de signos. Deben elaborarse a partir del lenguaje de signos utilizado en cada país o zona cultural.
- Los lexigramas, que son un conjunto de nueve elementos que se pueden combinar para formar nuevas configuraciones y que se acompañan de una glosa. Se usan para experimentos concretos.
Es frecuente que se mezclen varios sistemas de signos y que den lugar a otros signos nuevos, como los emoticonos (muy usados en los mensajes de móviles).
También utilizar los signos del alfabeto Morse,…
Vivimos en una sociedad democrática, plural y multidimensional; en la era del conocimiento. Esta es una realidad que no podemos negar y que no nos deja indiferentes. Que la atención a la diversidad es un derecho es otra realidad innegable al igual que el hecho de que cualquier discapacitado debe contar con las mismas posibilidades de acceso a la información. Dicha atención a la diversidad no puede quedarse en una declaración de intenciones, por tanto, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) no deben convertirse en un elemento más de marginación y discriminación a nivel educativo, laboral y social.
El uso de las tecnologías nos permite el derecho a una adecuada educación y a una efectiva igualdad de oportunidades, ya que los cambios culturales han ido adaptando poco a poco los recursos tecnológicos para dar respuesta a las necesidades educativas de todos los alumnos. Los avances tecnológicos de la información abren nuevas expectativas en el desarrollo de la comunicación y en el la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.
Los principios de aplicación en tecnología educativa en la diversidad se podrían sintetizar en:
De manera general:
- Contribuir a alcanzar el principio de normalización, es decir, usar los recursos como elementos de ayuda y apoyo, lo que hace que en muchas ocasiones no sea necesario el uso de recursos muy especiales.
- Facilitar la integración social de los alumnos discapacitados.
-Promover la transformación de la escuela y la sociedad hacia la denominada “escuela para todos” o “escuela inclusiva”.
- Capacitar a los alumnos para estar en contacto continuo con las experiencias de aprendizaje escolar, para lo cual debemos adecuarlos a las necesidades de nuestros alumnos.
- Posibilitar una mejora del aprendizaje, haciéndolo más significativo, más activo y motivador.
- Facilitar la individualización de la enseñanza, adecuando las tareas al nivel de competencia de cada alumno y a su ritmo de aprendizaje.
- Permitir múltiples aplicaciones de los recursos tecnológicos con objetivos diversos, así como su adaptación a las necesidades de cada alumno.
- Aumentar el grado de autonomía e independencia persona.
- Diseñar actividades de trabajo cooperativo, que puede incrementar la comunicación y socialización con el grupo.
- Autocorrección de los ejercicios, lo que le permitirá al alumno conocer sus resultados de inmediato.
- Posibilitar la repetición del ejercicio cuantas veces haga falta hasta que interiorice su proceso de aprendizaje y es muy útil para reforzar los aprendizajes.
Discapacidades específicas:
Si la discapacidad es visual y el alumno está integrado en el aula, nos bastará con un acercamiento al profesor, a la pizarra o a la pantalla del ordenador. También podemos utilizar lupas (o cualquier otro amplificador de imagen ), entregar la lección escrita con caracteres del tamaño suficiente para que el alumno pueda verlos.
En el caso de discapacidad auditiva, si ésta no es total, el alumno puede utilizar prótesis auditivas (o implantes cocleares). Asimismo, no debemos olvidarnos de hablar de forma que el alumno pueda leer nuestros labios, situarlo lo suficientemente cerca de nosotros e, incluso, podemos entregar al alumno el contenido de la clase por escrito.
Pero si la ceguera o la sordera son totales, hemos de valernos de medios mucho más sofisticados, como son la lectura en Braille o el uso de dispositivos que leen textos escritos.
Los signos se han utilizado desde muy antiguo, ya en la época de la civilización mesopotámica o la egipcia. Hoy día los encontramos en las calles, aeropuertos, estaciones de tren o autobús, en las carreteras,…y en los programas informáticos.
Algunos de los sistemas de signos que podemos utilizar para comunicarnos con los alumnos pueden ser:
- Los signos PIC, utilizados en alumnos con graves trastornos de aprendizaje, compuestos por dibujos que forman siluetas blancas sobre fondo negro y donde la explicación está escrita en letras blancas sobre el dibujo.
- Los signos SPC, 1800 signos combinables indicados en personas no orales con dificultades motoras y auditivas.
- Los signos Bliss, que han sido sustituidos en gran parte por los PIC, son una forma de escritura logográfica. Este sistema está compuesto por cien signos básicos que pueden combinarse para formar palabras y agruparse para formar frases.
- Los signos Rebuss, que fueron concebidos como un sistema de escritura logográfica y cuya primera finalidad era ayudar a las personas con un retraso mental moderado a aprender a leer y que luego se extendieron al campo de la comunicación.
- Los signos Sisgym, basados tanto en los iconos como en el lenguaje de signos. Deben elaborarse a partir del lenguaje de signos utilizado en cada país o zona cultural.
- Los lexigramas, que son un conjunto de nueve elementos que se pueden combinar para formar nuevas configuraciones y que se acompañan de una glosa. Se usan para experimentos concretos.
Es frecuente que se mezclen varios sistemas de signos y que den lugar a otros signos nuevos, como los emoticonos (muy usados en los mensajes de móviles).
También utilizar los signos del alfabeto Morse,…
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